Supongo que todos hemos escuchado alguna vez aquello de que podemos conocer cuál es la edad que tenía un árbol si miramos su corte transversal del tronco y contamos sus anillos concéntricos. Algo parecido sucede hoy en día con los pendientes, y es que fácilmente podemos identificar entre los jóvenes a cualquier millenial contando el número de pendientes que cuelgan de sus orejas. Continúa leyendo
















